lunes, 26 de diciembre de 2016

Historia de una carta anunciada

Cuando se escribía una carta, cosa que ya no hacemos del modo en que se  escribían antes, tratábamos de unir el pasado con el futuro. Intentábamos que lo que escribiéramos tuviera un efecto idéntico o semejante al debería tener transcurrido el tiempo en el que el receptor de la misiva pudiera leerla. 
Y  José Sampelayo Rodriguez así lo hizo. Escribió una carta consciente de que su tiempo, al cabo de algunos días, habría finalizado y por tanto que la persona receptora, su esposa contaría con un texto escrito por un padre emocionado, amante de su hijo, antes de que este naciera, para hacer que el niño sintiera en este trozo de papel, que a su  hijo lo había tenido presente y que  lo amaróa siempre  sin ningún género de dudas, aunque él ya no estuviera.
Gracias papá Pepe


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